A pesar de ser un deporte minoritario, la gimnasia rítmica se practica en prácticamente todos los países del mundo. Los que más destacan son:
Rusia
Tras la caída de la URSS, Rusia quedó como país dominante de la rítmica mundial al inicio de los años 1990. Oksana Kóstina se convirtió en la primera campeona del mundo de Rusia como país independiente. En los Juegos Olímpicos de Sidney 2000, Yulia Barsukova fue la primera rusa en obtener el oro olímpico. Esto se repitió en los Juegos Olímpicos de Atenas 2004 con la gimnasta Alina Kabáyeva. Yevgéniya Kanáyeva se convirtió en la primera gimnasta individual de la disciplina en ganar dos medallas de oro en unas Olimpiadas, al hacerlo en Pekín 2008 y en Londres 2012. Además, Yevgéniya es la gimnasta rítmica más laureada de la historia. Otras gimnastas notables son Amina Zaripova, Natalia LIpkovskaya, Yana Batyrshina, Irina Cháshchina, Natalia Lavrona, Vera Sessina, Olga Kapranova, Daria Kindakova, Daria Dmítrieva, Margarita Mamún, Yana Kudryavtseva, Aleksandra Soldátova, Arina Averina o Dina Averina.
Dina Averina
Ucrania
En la antigua URSS, un gran número de gimnastas eran de origen ucraniano, incluyendo a Ludmila Savinkova, primera campeona mundial. Albina e Irina Deriugina —madre e hija— jugaron un papel importante en el éxito de la gimnasia rítmica en ese país, entrenando a estrellas como Alexandra Timoshenko y Oksana Skaldina. Tras la caída de la URSS, Ucrania siguió logrando éxitos con gimnastas como Ekaterina Serebrianskaya, campeona olímpica en Atlanta ´96. Otras gimnastas ucranianas destacadas fueron Elena Vitrichenko, Tamara Yerofeeva, Anna Bessonova, Natalia Godunko, Alina Maksymenko o Ganna Rizatdinova.
Alexandra Timoshenko
Bielorrusia
Bielorrusia ha tenido éxito en ambas modalidades incluso después de la caída de la URSS. Cabe señalar que la primera soviética que fue campeona olímpica fue la bielorrusa Marina Lóbach. Desde finales de los 90, ha logrado varias preseas en los Juegos Olímpicos, ganando en modalidad individual dos medallas de plata y una de bronce con Yulia Raskina, Inna Zhukova y Liubov Charkashyna respectivamente, y dos de plata y una de bronce en conjuntos. Otras gimnastas notables son Larissa Loukianenko, Olga Gontar, Melitina Staniouta , Aliaksandra Narkevich y Katsiaryna Halkina.
Yulia Raskina
Bulgaria
Desde la creación de la gimnasia rítmica, Bulgaria tuvo una reñida competencia con la URSS, especialmente en los primeros Mundiales, donde fue entrenada por Julieta Shismanova. La primera gran estrella que hubo en las filas búlgaras fue María Gigova, primera gimnasta en ser en tres ocasiones campeona del mundo en el concurso general. En esos años también destacaron Julia Traslieva, Rumiana Stefanova, Nechka Robeva, Krasimira Filipova, Neshka Gueorguieva y Kristina Guiurova. La década de 1980 marcó la cumbre del éxito búlgaro con la generación de gimnastas denominada las Chicas de Oro de Bulgaria, la cual estaba formada por Iliana Raeva, Anelia Ralenkova, Lilia Ignatova, Bianka Panova, Adriana Dunavska, Diliana Gueorguieva o Elizabet Koleva, quienes dominaron casi todos los Mundiales y Europeos de aquellos años. En los años 1990 destacaron Yulia Baycheva, Dimitrinka Todorova, Kristina Shekerova, Diana Popova, Mila Marinova y especialmente María Petrova, tricampeona del mundo y de Europa en el concurso general. En la década de 2000 hubo un gran declive de la gimnasia rítmica individual de Bulgaria, aunque conviene señalar a gimnastas como Elisabeth Paisieva, Simona Peycheva, Silvia Miteva, Boyanka Angelova y Neviana Vladonava. En la actualidad Bulgaria destaca más en la modalidad de conjuntos.
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